La osteocondrosis de la columna cervical es una afección patológica en la que se producen cambios degenerativos en el tejido óseo y cartilaginoso.
La distrofia de los discos intervertebrales puede desarrollarse después de los 30 años, mientras que entre los 40 y 45 años se secan y endurecen.
La columna vertebral contiene 7 vértebras cervicales, que constan de un cuerpo, apófisis y un arco óseo; En el centro de la vértebra hay un agujero en el que se encuentra la médula espinal. Los elementos individuales de la columna están conectados entre sí mediante discos intervertebrales formados por un núcleo, un anillo fibroso y una capa: una placa hialina (cartílago). Las vértebras cervicales, que tienen el grosor más pequeño de los discos, se ajustan perfectamente entre sí; Los músculos de la zona del cuello están bastante poco desarrollados, por lo que, con el ejercicio regular, puede producirse un desplazamiento del disco, que comprime los vasos sanguíneos y los troncos nerviosos.
La enfermedad pasa por varias etapas en su desarrollo, durante las cuales la columna sufre cambios patológicos:

1er grado de osteocondrosis
Caracterizado por el inicio de la destrucción de los discos intervertebrales. Se forman grietas en el anillo fibroso, se altera la resistencia y elasticidad del disco, su altura disminuye, por lo que se comprimen las raíces nerviosas. Aparece un dolor característico. A veces, en la etapa 1 (preclínica), dicho dolor puede estar ausente y la osteocondrosis se presenta con molestias moderadas en el área del cuello.
Osteocondrosis de segundo grado
Si la osteocondrosis de grado 1 no se trató o el tratamiento no fue eficaz, entonces se produce una afección crónica, que es la osteocondrosis de grado 2. El dolor se vuelve constante, la destrucción y compactación del disco intervertebral continúa y conduce a ligeras dislocaciones de las vértebras cervicales. Con la osteocondrosis cervical, en esta etapa se puede desarrollar el síndrome de la cabeza caída. Este síndrome se caracteriza por un dolor intenso y la persona se ve obligada a apoyar la cabeza en una posición fija para reducir el dolor.
Osteocondrosis de tercer grado
El anillo fibroso está casi destruido, lo que conduce a complicaciones de la osteocondrosis: protrusión (pinzamiento) del disco intervertebral o hernia intervertebral. En la etapa 3 de la osteocondrosis, la intensidad del dolor puede disminuir, ya que el tejido cartilaginoso afectado en el disco intervertebral simplemente ya no existe y, por lo tanto, no hay fuente de dolor; sin embargo, persiste el pellizco de las raíces nerviosas, por lo que el dolor no desaparece por completo.
Causas de la osteocondrosis cervical.
Con la edad, el núcleo del disco intervertebral pierde reservas de humedad y también se vuelve menos elástico. Dado que el metabolismo se ralentiza significativamente después de 50 años, los procesos de regeneración en los discos con suministro sanguíneo deficiente se detienen. A una edad temprana, el papel principal en la aparición de osteocondrosis en la columna cervical lo desempeña la inactividad física: un estilo de vida pasivo, falta de actividad física adecuadamente organizada.
Los factores que contribuyen a la mala circulación en las vértebras cervicales y el espacio intervertebral son:
- conducir un coche durante mucho tiempo;
- trabajar frente a una computadora, sentarse durante largos períodos de tiempo en cualquier posición;
- levantamiento regular de pesas;
- condiciones de trabajo que impliquen movimientos bruscos y giros del cuello;
- mala postura;
- lesiones en el cuello y la cabeza;
- desplazamiento del disco como resultado del entrenamiento deportivo;
- exceso de peso, que provoca una gran carga sobre los discos intervertebrales y una alteración del funcionamiento de la columna cervicotorácica;
- abuso de alcohol, tabaquismo, dieta poco saludable (debido a los efectos nocivos sobre los procesos metabólicos); estrés;
- hipotermia del cuello (por ejemplo, en ausencia de una bufanda durante la estación fría);
- dormir sobre almohadas altas o demasiado blandas;
- herencia (antecedentes familiares de enfermedades de la columna).
Los síntomas comunes de la osteocondrosis del cuello pueden incluir:
- mareos, dolor de cabeza similar a una migraña (agudo), así como dolor sordo y opresivo en el cuello (cervicalgia), que puede intensificarse al mover la cabeza;
- lumbago (dolor agudo que se extiende a la espalda o al brazo);
- ardor en la espalda, corazón;
- rigidez del cuello, brazos (especialmente manos);
- disminución de la movilidad y entumecimiento del cuello por la mañana;
- sensación de pulsación en la nuca;
- oscuridad temporal en los ojos, ruido en el canal auditivo, a veces desmayos;
- Engrosamiento de la piel de la columna debido a la proliferación de tejido conectivo.
Diagnóstico
Muy a menudo, el diagnóstico del médico suena como "osteocondrosis cervical de segundo grado". ¿Por qué inmediatamente el segundo? El hecho es que el primer grado no se puede diagnosticar porque los síntomas son demasiado débiles. Durante un examen preliminar, el médico determina qué tan dañada está la columna vertebral. Para ello, se examina al paciente en diferentes posiciones: horizontal, sentado, de pie, inclinado. Al contar las vértebras, el especialista se centra en las normas anatómicas y determina el grado de osteocondrosis de la columna cervical. El examen no se limita a un examen visual: la deformidad vertebral se puede palpar fácilmente con la mano. La palpación permite determinar la ubicación del dolor y la fuerza de la tensión en los músculos paravertebrales. Pero aún así, para que el tratamiento de la osteocondrosis de la columna cervical dé resultados positivos, es necesario someterse a un examen del hardware. Tomografía computarizada, rayos X, resonancia magnética: todos estos métodos hacen que el diagnóstico sea perfectamente preciso y le permiten elegir el método de tratamiento óptimo.
Tratamiento
¿Cómo curar la osteocondrosis de la columna cervical? Ésta es la forma equivocada de plantear la pregunta; más correctamente, cómo tratar la osteocondrosis de la columna cervical, ya que es completamente imposible curar la osteocondrosis. Pero es muy posible detener el proceso de destrucción del tejido cartilaginoso y de los discos intervertebrales y eliminar el dolor y la incomodidad. Pero esto sólo es posible si el tratamiento se inició en una fase temprana de la enfermedad. Por eso, es muy importante consultar a un médico de manera oportuna.
El tratamiento de la osteocondrosis de la columna cervical debe ser integral.
El régimen de tratamiento se puede presentar de la siguiente manera:
- medicamentos del grupo de los AINE (antiinflamatorios no esteroides) para aliviar la inflamación;
- antiespasmódicos - para aliviar los espasmos;
- analgésicos;
- vitaminas B;
- reflexología;
- fisioterapia (fisioterapia): elimina el dolor y la inflamación;
- masaje terapéutico: restablece el suministro de sangre, alivia la tensión;
- acupuntura y acupresión.
Pero el método más importante para tratar la osteocondrosis cervical es la actividad física dosificada.
Prevención de enfermedades
Para prevenir el desarrollo de osteocondrosis cervical, se recomienda:
- cuando trabaje de forma sedentaria, asegúrese de tomar descansos de cinco minutos cada hora, evite la tensión en el cuello,
- no hagas movimientos bruscos de la cabeza, cuida tu postura,
- evitar la hipotermia,
- hacer ejercicio, nadar, comer bien,
- dormir debe ser sobre un colchón firme y sobre una almohada baja: el ángulo de flexión del cuello no debe ser superior a 15 grados,
- después de 25 años, evite cargas de choque en la columna (saltar, correr).


















